Cada vez tengo más respeto por los equipos que defienden bien. No se si la gente es consciente lo difícil hacer esto, que todo el equipo esté mentalizado para estar en tensión defensiva todo el rato con hambre de recuperar el balón, de proteger la canasta y no sólo de estar pendiente de su par.
Me resulta entrañable esos entrenadores y jugadores que quieren apretar en defensa y la primera finta gritan ayuda y se quedan mirando como si no fuera con ellos, porque claro, ya han pedido ayuda y a partir de aquí nada de lo que ocurra es culpa suya. Cuesta muchas horas de entreno enseñar el hábito que lo ideal es no pedir ayuda, y pero si se da el caso, hay que recuperar tu par o si hay cambio, buscar el hombre y la posición que ha quedado sin defender e ir como alma que lleva el diablo.
Ya la cosa adquiere tintes de admiración profunda cuando se plantean defensas en diamante o de correr y cambiar, donde más que nunca es importante el trabajo en equipo, en conjunto porque si uno falla, todos tienen que trabajar un punto extra para recuperar. Estas defensas de entrega y desgaste físico, que no buscan robar, sino gastar al rival y requieren paciencia y fe, porque hay que tener fe en que este estilo es bueno y nos va a ayudar.
Porqué digo fe, porque cuando empiezas a practicar estos sistemas vas a recibir muchas canastas fáciles, un simple despiste y si el rival es listo ya tienes al jugador debajo de la canasta con balón, y dos puntos fáciles. Hay que saber vender la idea, hay que tener paciencia para trabajarlo durante más de dos entrenos, y todos los jugadores han de ser conscientes de que si uno de ellos baja los brazos, todos pierden, que no hay héroes que salven nada, todos son parte del puzzle que completa la escena que nos permite ahogar al rival y sacar ventaja.
Ya ni entro en hablar de las ventajas que te da como equipo el tener una ventaja sólida en defensa. Saber que si fallas una canasta tu defensa puede compensar ese tiro que no ha entrado, que una buena defensa propicia las canastas más fáciles, las de contraataque, que otra cosa que se ha de entrenar, que cuando consigues descentrar a los manejadores para que no vean ni pase, ni tiro ni entrada, ya tienes medio partido ganado.
Los equipos han de hablar y esto suele ocurrir para pedir la pelota, se esté solo o acompañado, siempre vemos a un jugador pidiéndola a gritos y con un lenguaje corporal discutible sino se la pasan para que se la pueda jugar. Ahora, en defensa no habla nadie, no se avisan ni cortes, ni bloqueos, no se avisa de que hay un last y que no estás solo, no se grita que hay tiro para ser consciente de que hay bloquear, y lo más que ves es el que va a hacer un close-out y además de que llega tarde, de que salta, aprovecha para irse al contraataque y volverla a pedir porque claro, para el rebote están los otros. Ojo, si esto es una idea de juego no tengo nada que decir, pero no siempre es el caso.
La defensa puede ser el espejo de muchas cosas, de como se comunica un equipo de que intensidad tiene a la hora de jugar y de lo generoso que son con el resto, y creo que cada vez más es el alma y la base de lo que a un equipo puede llegar