Mireia Torrents
Hoy tenemos con nosotros a alguien cuya trayectoria es un ejemplo de amor por el baloncesto en todas sus facetas. Comenzó de pequeña, jugando en el colegio, y pronto vivió una experiencia que marcó su camino: la mitad de su equipo fue fichado por un club, algo que la impulsó a soñar en grande. Con el tiempo, dio el salto a un club y, en busca de más retos, siguió subiendo de nivel hasta competir en la categoría preferente.