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Jesús María

Dani Menéndez

A los 18 años, en unas prácticas en un comedor, Dani mostró de su habilidad innata para conectar con los niños. Los responsables de la institución no tardaron en proponerle que se formara como entrenador. Así comenzó su viaje en los banquillos.

Para él, el esfuerzo y el talento deben ser recompensados. Esta filosofía guía su enfoque al entrenar a jóvenes jugadores. No importa la edad o el nivel, busca fomentar un ambiente donde el trabajo duro y la dedicación sean reconocidos.